Se estima que existen más de 65 millones de kilómetros de líneas eléctricas de media-alta tensión en todo el mundo. Varios estudios han demostrado claramente que estas infraestructuras lineales representan un riesgo de colisión y electrocución para las aves, incluidas las especies amenazadas.
En Portugal, esta situación también se presenta, con más de 234.000 kilómetros de líneas eléctricas aéreas distribuidas por todo el país, de los cuales 9.011 kilómetros están en áreas de la Red Natura 2000. En estos espacios protegidos se ha registrado la mortalidad de 107 especies de aves, por colisión y electrocución con líneas eléctricas.
Varios proyectos anteriores han registrado, en Portugal y España, una elevada mortalidad de aves debido a la interacción con líneas eléctricas, incluyendo a las siete especies objetivo del proyecto, que están amenazadas e identificadas como prioritarias en el Anexo I de la Directiva de Aves.
